Confines

Confines es una instalación fotográfica que surge durante el confinamiento por la pandemia, cuando el cielo se convierte en el único horizonte posible. Desde una misma ventana, durante meses, Boris Terán fotografió el cielo a distintas horas del día, registrando su variación lumínica, atmosférica y emocional. El proyecto da forma a un archivo visual compuesto por 240 imágenes que documentan lo invisible: el tiempo detenido, la espera, el encierro y la contemplación como acto de resistencia.

Cada imagen funciona como una unidad mínima de tiempo y percepción. Juntas, se ordenan como una partitura óptica del aislamiento, una suerte de diario sin palabras que narra el vaivén de los días repetidos. El cielo, eterno y variable, se convierte en espejo emocional, en superficie donde proyectar lo incierto, lo suspendido, lo esencial.

Confines no es una serie documental, sino una práctica de observación sostenida y un ejercicio de permanencia. En un momento de colapso del tiempo colectivo, la obra propone una pausa, un mirar hacia arriba para reconstruir el adentro. La ventana deja de ser un borde arquitectónico para volverse instrumento poético: umbral, encuadre, ritual cotidiano.

La obra invita a pensar el confinamiento no solo como límite, sino como contenedor de lo sensible. El cielo, tomado por la cámara como único territorio posible, revela que aún en la reclusión más estricta, hay transformación. Lo visible cambia; nosotros también.